Desde que comencé el estudio de los escritos del Dr. Hamer he observado que, a pesar de tener la llave de la curación en sus manos, muchos siguen buscando la cura milagrosa afuera. Es por lo mismo que buscan a “un mago” o “una pócima”, un milagro que los sane.

También, hay muchos cursos, productos y servicios orientados en terapias que van en este camino, pensando que podremos detener o controlar el curso natural de los procesos biológicos, reflejando una vez más el sueño del hombre: controlar a la Naturaleza.

Nos han hecho creer que la vida es azarosa y nos la pasamos buscando su propósito. Muchos creen, también, que la enfermedad es azarosa y para otros es un camino para encontrar ese propósito. Sin embargo, la comprensión de la vida en su conjunto nos hace llegar a la conclusión de que ni la vida es azarosa ni la enfermedad es mala suerte.

Si comienzas a estudiar un poquito de biología para saber cómo funciona la vida, te irás dando cuenta de que la posibilidad de que sea azar es imposible. Cada célula tiene miles de funciones y cada una de esas funciones requiere que se den diversas condiciones específicas y que interactúen un gran número de moléculas. Además, cada una de esas células que cumple con sus funciones individuales, no está sola, sino que está en constante interacción con otras células, del mismo o de otro tipo, todas coordinadas perfectamente y especializadas, en el caso de los animales, para que haya un funcionamiento óptimo del cuerpo. Para que todo esto se cumpla, existen miles de controles en cada proceso.

Con todos esos mecanismos no azarosos y controlados, ¿Todavía crees que la enfermedad es azar? ¿Todavía crees que la enfermedad no tiene una causa y un propósito? Pues, el Dr. Hamer demostró, si, demostró por el método científico sus descubrimientos donde comprueba que la enfermedad no es producto del azar y que tiene un propósito, igual que todos los otros mecanismos celulares: mantener la vida.

No es necesario buscar un propósito para la vida, la vida en si misma es el propósito. Toda la evidencia científica reciente nos puede llevar a afirmar que la vida es porque debía ser y que es como tenía que ser. Por eso el propósito de la enfermedad es ayudar a mantenerla.

Hemos querido controlar la enfermedad, no lo hemos logrado, por el contrario, cada vez descubren “nuevas” enfermedades y trastornos. Entonces, es válido pensar que algo estamos haciendo mal y que ya es tiempo de cambiar el rumbo, en vez de insistir en caminar por un camino basado en la incertidumbre. Pues claro que sí, la vida no se debe controlar, porque la vida ha sido diseñada con su propio pulso, la “enfermedad” también.

¿Buscas un mago que te sane? El mago eres tú con tu cuerpo.

Cada una de tus células inteligentes programadas para sanarse a sí mismas. No es necesario que sigas buscando, la magia está en ti y en el diseño de tu cuerpo. Aprende a conocer tu cuerpo a través de las 5 Leyes Biológicas de la Naturaleza y compruébalas cada vez que te “enfermes”. Todos tenemos un cuerpo donde comprobar que la enfermedad no es azar.

Te invito a estudiar Germánica pura que te ayudará a comprender el origen, desarrollo y sanación natural de todas las enfermedades.