El DHS, el Síndrome de Dirk Hamer

En el lenguaje popular podemos encontrar diversas expresiones que representan el momento en que una persona ha vivido una situación que ha causado un DHS: “me partió como un rayo” “me dejó de piedra” “me dejó helado”.

El lenguaje revela como aún estamos conectados con nuestra realidad biológica, de la que no nos podemos deshacer, puesto que determina nuestra conducta. Todos nosotros percibimos y respondemos a nuestro entorno condicionados por nuestro código biológico, es decir, bajo un control biológico arcaico. Por lo tanto, experimentamos conflictos biológicamente según nuestra propia naturaleza, sin que tengamos que pensar al respecto, ellos se viven automáticamente.

El DHS, el llamado Síndrome de Dirk Hamer, es el término con que el Dr. Hamer bautizó (en honor a su hijo Dirk) a ese shock traumático, ese momento en que “cae el rayo”.

El DHS tiene tres características fundamentales, es inesperado, dramático y se vive en aislamiento. Es decir, esta experiencia conflictiva toma a la persona completamente desprevenida. En el momento del DHS se determina el contenido del conflicto biológico que se ha vivido.

El conflicto biológico, consecuencia del DHS, determinará la ubicación (relé) del Foco de Hamer (HH) en el cerebro y, por ende, el órgano afectado. Este DHS altera de inmediato el sistema nervioso autónomo, debido al estrés, poniendo al individuo en un estado de simpaticotonía, mientras ese conflicto biológico esté todavía presente. A esta etapa es la que el Dr. Hamer llamó fase de conflicto activo (Fase ca) o simpaticotonía.

El contenido del conflicto, es decir, como el individuo ha interpretado el DHS surge mediante la asignación involuntaria de pensamientos y suele eludir el filtro de nuestra mente consciente. El Dr. Hamer menciona que creemos que pensamos, pero en realidad la naturaleza piensa por medio de nosotros. Esto queda claro al darnos cuenta que ninguno de nosotros elige la enfermedad que va a desarrollar debido al DHS.

El DHS va a iniciar una enfermedad, o más correctamente, un Programa Biológicos Especial de la Naturaleza con pleno sentido (SBS), que es un programa de emergencia para poder dar respuesta a ese conflicto. El SBS que se inicia no lo elegimos conscientemente, sino que está determinado por nuestro código biológico y, por ende, está desencadenado dentro de un ámbito biológico como puede ser, por ejemplo, el territorio, la pareja, los hijos, los alimentos, el agua.

De manera inconsciente, no mental, ni pensado,  nuestra biología diferenciará con certeza el contenido del conflicto biológico (no es psicológico ni emocional) que se ha desencadenado a partir del DHS. Así es que, sabrá diferenciar entre un conflicto con el hijo o con la pareja; también, si se trata de un conflicto de protección o uno de separación.

En el momento del DHS el programa especial se activará de manera sincrónica en tres niveles: la psique (alma), en el cerebro y en el órgano.

El Dr. Hamer hace aquí un gran descubrimiento, no solo porque podemos evaluar una “enfermedad” en los tres niveles dada la sincronía. Sino que, además, el conflicto es detectable, visible y medible en cualquiera de los tres niveles, es decir, el conflicto se piede medir y observar de manera objetiva. Esto porque descubre que en una tomografía computarizada (TC)  del cerebro se ven reflejados los relés de los conflictos biológicos asociados a cada órgano. Este hallazgo fue bautizado como focos de Hamer (HH) que se ven como anillos concéntricos en forma de diana, esto también es posible verlo en las TC de los órganos.

El DHS es la base de la Regla de Hierro del Cáncer o Primera Ley Biológica, es el eje central de todo diagnóstico en la medicina germánica. Es fundamental que el médico o terapeuta de Germánica aprenda a ponerse en el lugar del paciente durante el momento del DHS, debe poder imaginar cómo era la situación general en ese instante para poder empatizar con el paciente. De esa manera podemos llegar a comprender por qué esa situación causó un conflicto biológico en esa persona, por qué fue tan dramático para ella, por qué se sintió aislada, por qué no pudo compartirlo con nadie.

Si al conversar con alguien se toca su DHS es frecuente que se le llenan los ojos de lágrimas o se conmueva, es importante respetar ese momento. Debemos prepararnos para estar abiertos, compasivos, empáticos y sin prejuicios para poder escuchar al otro, casi como una confesión que, a veces, a guardado durante mucho tiempo.

Durante el DHS, en ese instante, también se instalan los raíles, es decir, las vías que harán que el DHS se reviva en el futuro. Estas son las circunstancias presentes en el momento del DHS que quedan grabadas en nuestra psique y que condicionan que se active nuevamente el SBS. Nuestro cerebro registra todo lo que nos pueda ayudar a evitar vivir nuevamente la situación, pueden ser sonidos, colores, personas, palabras, animales, imágenes, lugares, etc. Estos raíles son los que provocan nuestras “recaídas” que pueden ser tan repetitivas que nos condiciones a tener una “alergia”, que en realidad, es la reacción a un raíl, porque el DHS no ha sido superado totalmente y nos puede condicionar de por vida.

Las particular forma de reaccionar de cada uno de nosotros depende de nuestra psique y de todo lo que haya podido registrarse en el momento del DHS. Todos los DHS son diferentes y todas los individuos son diferentes, tienen una psique (alma) distinta, por lo tanto no se pueden hacer protocolos, ni médicos ni psicológicos que puedan diagnosticar una enfermedad en todas las personas.

Además, el DHS al activar un SBS, puede iniciar la formación de un tumor en ese instante, pero la evidencia de este dependerá de la duración de la fase activa, si el conflicto se resuelve rápidamente, el cambio en el órgano será imperceptible y no tendremos ningún diagnóstico que complique las cosas. Si la fase activa dura más tiempo, porque no hay solución al conflicto biológico o demora en llegar, el tumor seguirá creciendo y, en una prueba diagnóstica, puede ser detectado como algo “maligno” y poner en marcha protocolos que intentan liberarse de él, en vez de comprender por qué está ahí y resolver la verdadera causa, el conflicto biológico.

La formación de tumores en fase activa a partir del DHS, solo sucede en los órganos originados en el endodermo (eje. parénquima pulmonar, parénquima hepático, colon) y mesodermo antiguo (ej. glándula mamaria), porque en estos tejidos hay crecimiento celular en fase activa, simpaticotonía. En los órganos derivados del mesodermo nuevo hay necrosis a partir del DHS (ej. huesos-osteoporosis) y en los derivados del ectodermo hay ulceración (epidermis-dermatitis) o pérdida de función (células beta del páncreas-diabetes).

Pondremos algunos ejemplo de DHS.

Unas hermanitas ven el árbol lleno de nueces de la vecina, deciden ir por algunas de ellas, pero la vecina las sorprende, ellas salen huyendo del lugar y regresan a casa, pero su madre se da cuenta y las regaña aún más, incluso llegando a los golpes. La más pequeña de las niñas, vive un DHS (inesperado, dramático y vivido en soledad), desde ese momento desarrolla una alergia a las nueces (raíl), que le provocaba aftas en el boca. Gracias al Dr. Hamer descubre causa, después de más de 60 años de vivir con la supuesta alergia a las nueces, la mujer lo supera, al darse cuenta de que ni mamá ni la vecina podrán nunca más regañarla por querer comer nueces.

Como mencionamos, la duración e intensidad de la fase activa será determinante en la intensidad de los síntomas que tengamos. A mayor intensidad y duración de la fase activa, mayor intensidad y duración de los síntomas de reparación, una vez que resolvamos el conflicto biológico. El conflicto puede tener solución inmediata en el momento del DHS o puede que demore años como vimos en el caso anterior.

Por ejemplo, una mujer se asusta porque escucha inesperadamente un fuerte ladrido que la deja paralizada, pero se gira para ver su procedencia y observa a un perro que va atado a una correa paseando con su dueño y que ha ladrado al encontrarse con otro perro. Aquí se ha producido el DHS de todas maneras, pero al darse de que el perro no significa un peligro para ella, resuelve. En los pocos instantes en que estuvo el conflicto activo, hubo cambios en el tejido afectado, pero son tan leves, que la reparación pasará desapercibida. Si, por ejemplo, lo vivió como un susto territorial que afecta con ulceración de la mucosa de la laringe, como fue corto, puede tener después una tos leve, o una picazón suave, o carraspera, pero no lo asociará al susto con el perro.

En resumen, el DHS tiene solo tres características descritas por el Dr. Hamer: inesperado, dramático y vivido en aislamiento (no se puede comunicar). No importa si tiene solución inmediata o no, sigue siendo un DHS. Lo mencionamos porque hay quienes distorsionan este concepto fundamental para entender la causa de las enfermedades.

Lo inesperado, que nos pille a contrapié es fundamental, porque a veces puede tratarse de algo que, de habernos preparado, no sería tan dramático. El drama en la situación dependerá de cada persona y sus circunstancias, por lo que el médico o terapeuta no debe estar buscando algo que para él o la mayoría lo sea, sino que debe serlo para esa persona, aunque solo lo sea para ella. Por lo mismo, muchas veces no se atreve a contarlo, porque puede ser algo insignificante para los demás y puede sentirse avergonzada por tener ese conflicto, eso aumenta el problema porque lo sigue viviendo en soledad.

Un buen médico de NMG debe ser capaz de empatizar con la mente de su paciente, ya sea un bebé, incluso de un embrión, de una persona mayor, de una niña o de un animal, y al mismo tiempo, debe ser capaz de ponerse en el lugar del DHS para poder distinguir entre “un problema” que pueda tener el individuo (que pueden ser muchos en la forma de vida actual) de un verdadero conflicto biológico, que es al que debemos poner atención para llevar al paciente a la normotonía.

Texto de Margarita Galaz, basado en los libros del Dr. Hamer.

En la imagen vemos el DHS en una pequeña niña causado por adultos que no comprenden la NMG. Eso puede provoca un daño de por vida en un niño, entendiendo como funciona el DHS y los raíles.

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