La piel: protección y contacto.
Para el Dr. Hamer la historia del desarrollo explica la formación de dos capas en nuestra piel. Ambas de origen diferente y con un comportamiento casi opuesto. Nos referimos a la dermis o piel del cerebelo como la llamó Hamer y las epidermis o piel de la corteza.
La piel cerebelosa, más antigua evolutivamente hablando, cuyo origen embrionario está en el mesodermo, tenía como finalidad, no solo proporcionar estabilidad al individuo, sino también proteger su integridad, por ejemplo, del exceso de luz solar y prevenir la deshidratación. Además, esta piel posee una sensibilidad protopática, es decir, una percepción sensorial primitiva, difusa y poco discriminativa, con capacidad para sentir dolor, cambios de temperatura y con un tacto sin la capacidad de precisar la posición exacta ni la intensidad del estímulo. Sin embargo, ya era adaptable y reactiva ante cambios drásticos en las condiciones ambientales.
Para la protección de los rayos ultravioletas, esta piel cerebelosa contenía melanóforos con la producción de melanina. Las glándulas sudoríparas permitían que esta piel formara una película de fluido sobre la piel, generando enfriamiento por evaporación y previniendo así quemaduras. Con estas herramientas el individuo estaba bastante protegido contra algunos peligros inminentes. Además, como anexo se formó en los mamíferos la glándula mamaria como una modificación de las glándulas sudoríparas, pasando a producir leche que pudiera alimentar a las crías.
En el curso de la historia del desarrollo, la dermis o piel cerebelosa no fue suficiente para permitir al individuo adaptarse a nuevos desafíos. Por lo tanto, la naturaleza creó un sistema más sofisticado controlado por la corteza cerebral, una segunda piel que cubrió todo el cuerpo: la epidermis.
Esta “piel cerebral” se origina a partir del ectodermo y es una piel escamosa más resistente, que migró cubriendo completamente la piel cerebelosa (y otras zonas como a mucosa de la boca, vagina, recto y conductos galactóforos). Son tejidos altamente sensibles al tacto conectado a los nervios sensoriales, lo que permitió al organismo recibir toda la información que necesitaba para adaptar al individuo de manera más eficiente y rápida como ser altamente organizado.
Entonces, encontramos estas dos capas en la piel:
- La epidermis, piel externa, ectodérmica, controlada por la corteza cerebral, de epitelio escamoso que contiene las terminaciones nerviosas táctiles sensibles y una capa basal que contiene melanóforo.
- La dermis, piel profunda o corion, mesodérmica, controlada por el cerebelo, que contiene las glándulas (sudoríparas, sebáceas y mamarias), además de melanóforos
Gracias a los descubrimientos del Dr. Hamer y su Medicina Germánica, basado en el sistema ontogenético de los tumores y de las enfermedades cancerosas, estos dos tipos de piel superpuestos tienen un origen embrionario diferente, una formación histológica diferente, con funciones completamente diferentes y, además, están controlados por relés cerebrales completamente diferentes. Por lo tanto, el comportamiento de estas dos capas es distinto lo que nos ayuda a distinguir con cierta facilidad la ubicación de los distintos SBS (mal llamadas enfermedades) que encontramos en la piel.
Por lo tanto, encontramos dos comportamientos:
- La dermis o corion, con glándulas sudoríparas y sebáceas, ante un DHS provoca la proliferación celular por mitosis en la fase de conflicto activo (Fase CA). Esta proliferación celular que aumenta la función de estos tejidos, es eliminada, si y solo si, de resuelve el conflicto biológico causado por el DHS. Esta solución llamada conflictólisis, detendrá la mitosis y comenzará a revertir el crecimiento con la ayuda de los microbios (micobacterias).
- La epidermis, con un epitelio escamoso más resistente, ante un DHS se ulcera en la Fase CA. La úlcera puede ser imperceptible al comienzo y solo manifestarse como piel reseca o áspera, una vez que se ha resuelto el conflicto se detendrá el avance de la ulceración y comenzará su reparación.
En toda la piel, tanto dermis como epidermis, es importante considera la lateralidad para determinar con quien o en relación a quien es el conflicto biológico que se vive o se vivió. Además, para el cerebelo y la corteza la correlación entre el cerebro y el órgano es cruzada. Esto significa que las personas con lateralidad diestra reflejarán los conflictos en las relaciones madre/hijo en el lado izquierdo del cuerpo y lado derecho del cerebro, mientras que las personas zurdas lo harán en el lado derecho del cuerpo e izquierdo del cerebro. En cuanto a los conflictos relacionados con la pareja o cualquier otra persona, en el caso de las personas diestras se verán reflejados en el lado derecho del cuerpo e izquierdo del cerebro, mientras que en las personas zurdas será a la inversa.
Como hemos visto, cada capa de la piel tiene una función diferente, una de protección y la otra de contacto. La dermis protege al individuo, demarca su integridad individual, pero si esa integridad se ve en peligro, por un ataque o desfiguración, entonces la dermis se engrosa para protegerlo de ese ataque, por lo tanto, de manera general, la dermis responde a conflictos de ataque a la integridad. Por otra parte, la epidermis, tiene una función más social en las relaciones con nuestra manada algo vital desde el punto de vista biológico. En la naturaleza, la pérdida de contacto con la familia o el rebaño puede ser fatal, ser separado de la madre o el rebaño durante la infancia significa una muerte segura, esto está en nuestro código biológico, por eso es fundamental para el buen desarrollo del bebé estar en permanente contacto con su madre. Por esta razón, los conflictos biológicos asociados a la epidermis siempre están relacionados con conflictos de separación o contacto.
Pasaremos a revisar algunas enfermedades más comunes, que no son más que parte de estos SBS (Programas Biológicos Especiales de la Naturaleza con Pleno Sentido).
SBS de la dermis
Melanoma/melanoma amelanótico
El cuerpo cuenta con la dermis para protegerse, representa un muro que pone los límites del individuo, si este muro se daña, desfigura, ensucia o destruye, el organismo reaccionaba formando un melanoma o melanoma amelanótico, que son melanomas no pigmentados, es decir, un engrosamiento de la parte dañada de la muralla para proteger más. Se puede observar un melanoma melánicos, es decir, pigmentado en tono negro o azul, cuando un lunar afecta la zona de la desfiguración.
El contenido del conflicto biológico del melanoma es “sentirse desfigurado y herido”. El Dr. Hamer nos da algunos ejemplos de casos con sus pacientes.
Caso 1. Alguien estaba a punto de salir por la puerta cuando otra persona le dijo en una discusión: “¡Cerdo!”. El paciente experimento el insulto como “una flecha entre los omóplatos” (ese fue el DHS) y precisamente en este punto el organismo formó un melanoma para defenderse contra la “flecha” después del DHS y contra cualquier flecha posterior.
Caso 2. Una paciente tenía dos bultos grandes en el pecho. Uno llevaba mucho tiempo allí, el otro solo un año y medio. Estaba en proceso de resolver ambos conflictos cuando fue con su hijo al apartamento de un hombre que a ella le interesaba como novio. Ella decidió quedarse a dormir, pero el hombre se dio cuenta de que tenía el tumor que le deformaba la mama, se enfureció e insultó a la paciente diciendo que había intentado tenderle una trampa y la echó de su apartamento con su hijo en plena noche (DHS). Debido a esta triste situación creció un melanoma en el lugar donde los dos tumores deformaban el seno hacia afuera, lo que indicaba que la paciente vivió esta situación sintiéndose desfigurada en esa zona.
Con este programa se suele caer en el llamado círculo vicioso puesto que el propio melanoma puede desencadenar un nuevo conflicto de desfiguración o impureza. Este conflicto se intensifica tanto psíquica como físicamente, lo que significa que, en muy poco tiempo, toda la zona queda cubierta de nódulos de melanoma. Incluso el propio diagnóstico de un tumor o la cirugía (ataque real) pueden causar este SBS. Esto hace que sea muy difícil para los humanos salir de este SBS, en la naturaleza los animales no tienen esos juicios estéticos que los hagan sentir feos, sucios o desfigurados por tener un tumor en la piel.
Un ejemplo de circulo vicioso es el caso de una paciente a la que le amputaron la mama porque tenía un bulto. El bulto ya no crecía porque se había resuelto el conflicto, pero le molestaba. Lo ideal hubiera sido sacar solo el bulto con cirugía, pero el médico la convenció de sacar toda la mama, eso hizo y no experimentó ningún conflicto porque había consentido la amputación. Sin embargo, unas semanas después quiso ponerse un dirndl (vestido tradicional alemán) y sintió que no le quedaba bien debido a que le faltaba un pecho. Ahí vivió un DHS de desfiguración por la amputación de su pecho izquierdo, le creció un melanoma, se inició el círculo vicioso: cada vez que la paciente veía el melanoma, se sentía desfigurada y nuevamente contaminada, por lo que el melanoma continuó creciendo. Afortunadamente, la paciente ha superado todo esto gracias a haber encontrado a un amable cirujano que respetó las indicaciones del Dr. Hamer, de no ser así, la paciente habría muerto en este círculo vicioso.
Si ya estamos familiarizados con la Germánica, sabemos por la 4ta Ley Biológica de la Naturaleza que en esta capa embrionaria (mesodermo antiguo), durante la fase activa del SBS, mientras el tejido crece por medio de mitosis, simultáneamente, las bacterias fúngicas (micobacterias tuberculosas acidorresistentes) se multiplican sincrónicamente con la misma tasa de división celular que el órgano, aunque permanecen inactivas y solo se les permite comenzar a trabajar en la degradación del tumor una vez que se ha resuelto el conflicto, es decir, cuando ya no se necesita protegerse más.
¿Qué sucede tras la resolución del conflicto?
Con la solución, comienza la vagotonía, la fase de reparación para volver a la normalidad. La solución biológica en esta capa embrionaria es la descomposición del tumor por medio de la acción de los microbios, hongos o bacterias fúngicas, mediante caseificación, es decir, un proceso tuberculoso que termina cuando el tumor es eliminado. Los microbios eliminan el tumor completamente y también un pequeño porcentaje de células sanas.
En circunstancias normales, mientras se mantengan la epidermis intacta, es decir, sin abrirse, el melanoma se caseifica y desaparece, la epidermis presenta un aspecto ligeramente arrugado, típico de cualquier tuberculosis cutánea. Incluso en el melanoma crónico recurrente con tuberculosis, los tumores subcutáneos azules y elevados suelen desaparecer por sí solos. Es importante destacar que todos estos tumores dirigidos por el cerebelo producen líquido durante la fase de cicatrización, en la tuberculosis cutánea parece que tenemos una especie de colchón de agua bajo la piel, es decir, el exudado tuberculoso de las células del corion.
La llamada tuberculosis cutánea no es otra cosa que un melanoma caseoso tuberculoso, que también puede crecer extensamente bajo la piel. En este caso, no se observa nada en la epidermis externa, lo que significa que esta permanece intacta y el melanoma se disuelve debajo. Este es un cambio de nombre a lo que antes se llamaba lepra.
El melanoma en la piel no difiere en esencia del herpes zóster, también conocido como culebrilla. El herpes zóster puede presentarse de forma unilateral o bilateral. En la fase de conflicto activo se forman pequeños tumores amelanóticos en la dermis, debajo de la epidermis a lo largo de uno o más segmentos. En el herpes zóster bilateral, puede afectar diferentes segmentos o ser circular. Con este tipo de herpes zóster el paciente siempre siente una sensación de suciedad en una zona extensa, por ejemplo, tras un abrazo. Un ejemplo es el caso de una madre que se entera de que su hija es lesbiana y se siente mancillada cuando ella le da un abrazo. La fase de curación del herpes zóster suele ser muy dolorosa, si la epidermis se abre (herpes zóster abierto), el proceso puede oler mal debido a la descomposición de los tumores.
El acné vulgar se produce por tener pequeños conflictos biológicos de ataque. El lugar donde aparece el acné nos indica el matiz del conflicto, por ejemplo, una persona con granos en la espalda indica que se siente atacada por le espalda, un caso común, es cuando se cree que hablan mal de ella a sus espaldas. En el caso de los adolescentes, con acné en el rostro, puede darse por tener pequeñas imperfecciones del rostro, por ejemplo, cuando los niños o niñas no se consideran atractivos o bellos, “mi nariz es demasiado pequeña, grande o torcida” “no me gustan mis labios son demasiado delgados” o cuando reciben las burlas de los demás (bullying).
En la fase de conflicto activo, los nódulos del acné crecen hasta convertirse en tumores de melanoma compactos, pequeños y amelanóticos, que luego pueden ser la causa de otros conflictos de contaminación, de modo que el adolescente se encuentra en un círculo vicioso. Una vez que se logra la resolución del conflicto, los nódulos del acné sufren necrosis debido a las bacterias, lo que implica la formación de abscesos que posteriormente pueden expulsarse. También pueden verse involucradas las glándulas sudoríparas en este diagnóstico.
SBS de la epidermis
La epidermis tiene una enorme importancia biológica donde el contenido de los conflictos está determinado por el momento en que el niño/madre o pareja interrumpe el contacto físico, por eso lo llamamos conflicto biológico de separación.
El Dr. Hamer nos propones un experimento que cualquiera puede realizar fácilmente, para darnos cuenta de la importancia del contacto físico para nuestra biología. Se relaciona con la sensación de frío al dormir, si se duerme solo y sin edredón, se siente el frío, pero cuando se duerme con un niño, la pareja o ambos en contacto piel con piel, no se siente frío, incluso si el contacto es solo del tamaño de unas palmas.
Dermatitis atópica
La epidermis tiene una superficie superior que percibe el exterior y una superficie inferior en contacto con la dermis. Esta piel exterior está compuesta por células epiteliales escamosas y es controlada por la corteza sensorial de la corteza cerebral.
Cuando alguien vive la experiencia de ser separado de su hijo/madre o pareja, lo que implica la pérdida de contacto físico con familiares/rebaños, amigos o incluso animales, observamos úlceras en la piel, que pasan desapercibidas, pero que podemos observar al microscopio. El Dr. Hamer lo explica como si estas personas estuvieran pegadas con pegamento y se les arrancara un trozo de la piel más externa durante la separación. La piel se vuelve áspera, seca y pierde sensibilidad, a lo que llamamos neurodermatitis (Fase CA).
Entonces, tenemos que, durante esta fase de conflicto activo, se desarrollan úlceras cutáneas superficiales que no son visibles macroscópicamente. La piel se siente áspera, pálida, con mala circulación y fría. Estas úlceras son solo un síntoma físico, existe otro síntoma sensorial. La sensibilidad cutánea se reduce progresivamente o desaparece por completo, lo que significa que la zona está entumecida y el paciente siente poco o nada. También existe un síntoma psíquico que es el deterioro de la memoria a corto plazo. La pérdida de memoria ayuda a evitar el sufrimiento por la separación, “la madre no reconoce a sus crías”.
La ubicación de las úlceras dependerá de la naturaleza y el contenido del conflicto. Por ejemplo, casi todos los bebés que se separan abruptamente del pecho materno, durante el destete, presentan dermatitis atópica en las mejillas cuando se produce un conflicto de separación biológica, debido a la pérdida de contacto con la madre. En la fase de la PCL, cuando aparecen los síntomas de prurito e inflamación, a menudo se diagnostica la llamada “alergia a la leche “. En la mano implica que la madre, el hijo o la pareja se deslicen del abrazo.
Cada zona afectada del cuerpo siempre presenta un conflicto muy específico. Los lados externos de la mano, brazos o piernas deben estar separados de esto, lo que significa una separación deliberada y una defensa simultánea, es decir, que se desea defenderse (separarse) de un oponente. Por el contrario, una madre puede reaccionar a la separación de su hijo con neurodermatitis porque no desea separarse.
Si un niño sufre un conflicto de separación del padre durante el divorcio de los padres por atribuírselo a la madre, si este conflicto se mantiene activo durante un periodo de tiempo más largo, el niño presentaría una neurodermatitis en la fase ca y pérdida de memoria. El niño suele percibir al padre como compañero, por lo tanto, si es diestro sufriría el conflicto de separación del padre con dermatitis atópica en el lado derecho del cuerpo, específicamente donde el niño siente la conexión con el padre con mayor intensidad o con mayor frecuencia, por ejemplo, en la cara interna del brazo derecho y en la mejilla derecha.
Sin embargo, si el niño tuviera que ser llevado a casa de su abuela durante unas semanas por enfermedad de la madre, sufriría un conflicto de separación de la madre en el hemisferio cerebral opuesto (solo si lo vive como un DHS). Es decir, ahora tendría involucrado también el lado izquierdo del cuerpo y entraría inmediatamente en una constelación esquizofrénica, porque estarían involucrados ambos lados del cerebro y la dermatitis atópica estaría presente en ambos lados del cuerpo.
Después de la resolución del conflicto, fase PCL, comienza el proceso principal de curación. La piel se enrojece, se calienta, pica y se inflama, formando edema, las úlceras se rellenan lentamente desde la base con nuevas células epiteliales escamosas. Estas manifestaciones se denominan exantema, dermatitis, urticaria, neurodermatitis eruptiva o eccema. Estos términos se refieren a la misma cosa: la capa externa de la piel en fase de curación.
Sin embargo, dado que la fase activa del conflicto puede haber durado mucho tiempo, la fase de curación también puede ser proporcionalmente larga. Además, pueden producirse recidivas, por recaer en el conflicto de separación, que puede desencadenar nuevas fases de curación con la consiguiente prolongación del proceso.
Entonces, para el SBS de la epidermis vamos a tener distintos diagnósticos, pero todos están vinculados a conflictos biológicos de separación. Siempre en fase activa hay ulceración, pérdida de sensibilidad y de memoria de corto plazo, que se repara si y solo si se resuelve el conflicto, durante la reparación podemos encontrar diversas manifestaciones cutáneas, pero todas incluyen inflamación, dolor y prurito. Esto nos puede llevar a decenas de diagnósticos diferentes para quienes no conozcan las 5 Leyes Biológicas, pero todos ellos representan fases de este programa biológico especial de la naturaleza.
A continuación, algunos ejemplos.
La psoriasis implica tener dos conflictos de separación que se superponen en el mismo lugar, pero están en diferentes fases. Esto significa la presencia simultánea de un conflicto activo y un conflicto resuelto de separación o de deseo de estar separado.
Esto produce, simultáneamente, descamación de la piel (fase CA) sobre un fondo rojo intenso (fase PCL). El síntoma de descamación de la piel (piel de pescado) solo se reconoce clínicamente después de un largo período de tiempo en conflicto activo.
La pérdida de cabello, también se puede explicar con la medicina germánica. El cabello es un apéndice de la piel. La caída del cabello puede ocurrir en parches (alopecia areata) o completamente (alopecia total). Siempre se debe a un conflicto de separación, en el que alguien solía acariciar la zona afectada y ahora ya no lo hace. Un ejemplo puede ser una niña que era acariciada constantemente por su abuela en la cabeza. Luego, la abuela fallece y la niña desarrolla una alopecia areata en la cabeza.
También puede ocurrir a la inversa, por ejemplo, una persona acostumbra acariciar al perro en la cabeza, cuando se separa del perro porque muere, su dueño asocia la separación con su propia cabeza y tiene alopecia total.
Con la solución de la separación, el cabello comienza a crecer de nuevo, acompañado de enrojecimiento y picazón en el cuero cabelludo. En este caso, el cabello es esencialmente epitelio escamoso reestructurado de la piel.
La varicela, es común en los niños, ya que ellos experimentan con frecuencia un conflicto de separación leve, aunque el evento conflictivo puede ser individual o colectivo, por ejemplo, el reemplazo de una maestra de jardín de infancia.
El carcinoma basocelular es un carcinoma espinocelular queratinizante, que presenta un conflicto de separación. Según nuestra nomenclatura, lo describiríamos como una cicatrización suspendida porque el proceso siempre se resuelve de forma intermitente, pero nunca puede sanar por completo porque, antes de completarse, reaparece el conflicto, por ejemplo, en forma de un sueño recurrente. Esto produce una cierta aceleración de la cicatrización con la formación de nuevas células epiteliales escamosas queratinizadas. A este proceso lo llamamos carcinoma basocelular de la piel.
La blefaritis es un enrojecimiento de los márgenes de los párpados que se produce durante la fase de curación después de un pequeño conflicto de separación, cuando alguien se ha perdido de la vista, por ejemplo, “se fue mientras dormía”.
El conflicto biológico del vitíligo es siempre una separación brutal y muy fea de una persona con la que se tenía una relación muy cercana emocionalmente. Los ejemplos aquí suelen ser dramáticos, el Dr. Hamer menciona a una niña que le cuentan que su padre tuvo un accidente de motocicleta y que su cerebro quedó tirado en la carretera. Otra situación es la de una mujer con vitíligo en las manos porque no pudo retener con sus manos y salvar a su hijo que se ahogó en el río. Un joven que le dice a su padre que es homosexual y el padre le dice que ya no es su hijo.
Ya sabemos que la epidermis reacciona con ulceración cuando está con un conflicto activo y, en este caso en particular, debido a la separación aún más brutal, las ulcera se producen en sus capas más internas, la capa basal, donde se encuentran los melanocitos que son los que producen la melanina que es la encargada de la pigmentación de la piel. Es por eso que se pierde pigmentación y surgen las manchas blancas justo en el lugar donde se sintió la separación.
En la fase de curación (una vez resuelto el conflicto) las manchas blancas suelen desaparecer gradualmente desde el borde y aparece lo que se diagnosticaría como escarlatina. Sin embargo, se trata, en la mayoría de los casos, de situaciones difíciles de resolver debido a la gravedad de las situaciones y a que ese contacto con los seres queridos no puede recuperarse.
Un condiloma o verrugas genitales también es siempre la fase de curación de una úlcera de células escamosas. Por lo tanto, debe haber existido un conflicto de separación o un conflicto por querer separarse. Incluso la causa suele ser una prenda de ropa que te aprieta demasiado y de la que quieres deshacerte, pero no hay que descartar nunca que se trate de una separación de otra persona. La verruga se produce en la fase de cicatrización de la úlcera cuando el proceso se repite con frecuencia, por recaídas en el conflicto, formando una cicatrización aumentada que se ve como una verruga, lo mismo ocurre con el papiloma.
El Dr. Hamer nos menciona dos maneras en que se pueden desarrollar condilomas en la vulva o más bien alrededor de la vulva:
- Tras una DHS con “conflicto de separación íntima”, donde la mujer que desea a su pareja, de la cual se ha separado, desarrolla una o más úlceras alrededor de la vulva. Si soluciona volviendo a tener ese contacto, sobre todo si la situación se repite, por ejemplo, porque su pareja debe ausentarse por trabajo y viaja con frecuencia, aparecerán verrugas o condilomas en la reparación.
- Otra opción, es no querer el contacto íntimo, pero se tiene y aquí el conflicto es querer separarse, por ejemplo, una mujer frígida que tiene relaciones sexuales con su pareja, simplemente acepta el contacto, pero se alegra cuando termina. Después de cada solución al conflicto de querer separarse, crece o se agranda una verruga.
También en el herpes labial se da un conflicto de separación o de deseo de separación, por ejemplo, una despedida con la boca (un beso), pero también es posible lo contrario, es decir, tener que decir adiós sin querer con un beso y que en ese momento se percibe como desagradable. En otros casos, se puede tener herpes labial por un contacto desagradable en los labios, esto puede darse, por ejemplo, al morder sin cuidado una fruta y sólo darse cuenta de repente, al tocarla con la boca (DHS), de que está sucia, pegajosa o incluso en mal estado. Suele tratarse de conflictos menores, tan pronto como dejas de pensar en ello, hormiguea el labio y se forma una llamada erupción de ampolla, que ya es el proceso de curación.
Un caso especial, la Neurofibromatosis
En este caso tenemos una situación diferente y la combinación de más de un tejido. Además del conflicto de separación, existe también su opuesto: el llamado conflicto del tacto, que es un conflicto biológico de no querer ser tocado. El estímulo sensorial se registra periféricamente, pero no se transmite, es decir, es absorbido por los neurofibromas. Esto significa que el cuerpo no quiere transmitir el tacto no deseado al cerebro, ya que lo percibe como desagradable e indeseado.
El Dr., Hamer nos cuenta el caso de un padre que maltrató a su hija durante años, siempre la agarraba por la nuca con una mano y el muslo con la otra. Los nódulos de neurofibromatosis (nódulos de Recklinghausen) aparecieron en la hija, precisamente, en estas dos localizaciones.
Ante tal conflicto, reaccionamos con la llamada neurofibromatosis. Se trata de nódulos subcutáneos. Los focos de Hamer se encuentran en la misma ubicación que para la epidermis, sin embargo, encontramos proliferación de las vainas nerviosas que actúan como una especie de puerta de entrada, diseñada para bloquear los estímulos sensoriales periféricos, impidiendo que lleguen al cerebro. Hasta el momento, se desconoce con certeza si se trata originalmente de una proliferación de epitelio escamoso o simplemente de un schwannoma, el tejido conectivo que recubre los nervios. En este último caso, los histopatólogos lo consideran neurofibromatosis.
Sin embargo, los neurofibromas crecen durante la fase activa de conflicto y no retroceden, o lo hacen muy levemente, durante la fase de cicatrización. Este proceso es excepcional en varios aspectos. En primer lugar, este tejido conectivo (mesodérmico) normalmente solo crece durante la fase de PCL y, en segundo lugar, dicho proceso no tiene cabida en la epidermis ectodérmica. Pero esto no es una contradicción, ya que los órganos mesodérmicos incluyen tanto los órganos controlados por el cerebelo como la sustancia blanca. Los primeros experimentan proliferación celular durante la fase activa de conflicto, mientras que los segundos la experimentan durante la fase de curación. Además, todo ocurre en los nervios, solo hay proliferación glial.
Una vez resuelto el conflicto puede haber más de un camino. Por una parte, los neurofibromas permanecen y no causan ningún problema, la sensibilidad se recupera o bien, los neurofibromas pueden ser degradados por bacterias, produciendo líquido sebáceo, los llamamos quistes sebáceos. Estos pueden ablandarse y luego desprenderse o extirparse quirúrgicamente en su totalidad (con la cápsula).
Por último, hablaremos de las alergias, porque es frecuente que las enfermedades de la piel tengan recurrencia en algunas personas, lo que es diagnosticado como alergia a algún elemento externo. En la medicina germánica sabemos que un proceso psíquico es sinónimo de un proceso cerebral paralelo y sincrónico y, también, sincrónico con un proceso físico/orgánico. Es decir, siempre está la tríada psique-cerebro-órgano en todos los SBS.
Lo que distingue a la Germánica de todas las disciplinas médicas anteriores, en especial de la llamada medicina convencional, es que se basa en 5 Leyes Biológicas aplicables a cada caso de enfermedad, donde se conocen la causa y comportamiento de cada una de ellas. Donde el punto clave es el DHS (Síndrome de Dirk Hamer), porque en el segundo DHS se determina la asociación del paciente con el conflicto biológico y sus circunstancias.
El DHS es una experiencia conflictiva grave, aguda, dramática y aislante que toma al individuo desprevenido. La naturaleza inesperada del shock es más importante que la evaluación psíquica del conflicto. Para cada tipo específico de choque conflictivo, al que llamamos conflicto biológico, es responsable una zona muy específica de nuestro cerebro, al igual que un sistema orgánico muy específico. Sin embargo, de manera inconsciente, también se perciben las circunstancias que acompañan al DHS en el momento exacto en que sucede. Estas circunstancias acompañantes posteriormente dan lugar a la llamada alergia.
Lo explicamos. Los elementos que acompañan al DHS puede tratarse de muchas cosas que se registran, los llamados raíles, que pueden ser sonidos, animales, colores, aromas, personas, alimentos, etc. Si alguna de estas circunstancias (raíles) se repite posteriormente, el individuo revivirá todo el conflicto y puede resurgir como una recaída. Este recaída (recidiva) hará que el SBS se ponga en marcha nuevamente y se tenga una nueva fase de curación. Si, por ejemplo, un niño se ha separado de su gato, ese elemento registrado puede ser el gato y que el niño sea etiquetado como alérgico a los gatos y, la verdad, es que sucede que los gatos le recuerdan que ha vivido una separación y no quiere volver a pasar por eso.
En realidad, los raíles son un sistema de alerta de nuestro organismo, que nos previene para evitar lo que podría hacernos daño. Si el individuo ha experimentado previamente un DHS en la misma situación o en una similar, el organismo está más alerta a este tipo de conflicto biológico. Esto implica que no existen las alergias como tal, sino que son elementos asociados a un DHS y desaparece cuando se supera totalmente el primer DHS.
Como podemos ver, la dermatología necesita reorientarse ya que es una disciplina médica que está orientada a eliminar o aliviar síntomas, sin ir a la causa real de ellos, que siempre están en un DHS. Las enfermedades de la piel, especialmente de la epidermis, se han clasificado erróneamente, ya que siempre se han considerado los síntoma de curación como el problema, por ejemplo, la aparición de exantemas, eccemas o dermatitis atópica como “enfermedades” especiales o “agravamientos de la enfermedad”. Lo mismo con las úlceras, donde se hacen todo tipo de tratamientos para pretender curarlas, cuando la curación se da de manera espontánea cuando resolvemos la separación que la ha provocado.
La medicina convencional no ha reconocido esto, y en especial que la dermis y la epidermis se comportan de manera opuesta en lo que respecta a la proliferación o reducción celular, en la respectiva fase de conflicto activo o de conflicto resuelto. Debido a la falta de comprensión de estas conexiones, descritas por primera vez en la medicina germánica, los dermatólogos no han visto más que el comportamiento de los síntomas y, por ello, su terapia fue siempre puramente “sintomática”, es decir, ungüentos, polvos, tinturas y, en el peor de los casos, cirugía para extirpar el tejido sano.
Este escrito está basado en los textos del Dr. Ryke Geerd Hamer, descubridor de todas estas relaciones entre conflictos biológicos y síntomas físicos.